Maine, siglo XVIII, Barnabas Collins (Johnny Depp) dirige la ciudad de Collinsport. Un mujeriego rico y poderoso, Barnabas sella su propio destino cuando él rompe el corazón de una bruja llamada Angelique (Eva Green). Angelique transforma a Barnabas en un vampiro y lo entierra vivo. Dos siglos más tarde, Barnabas escapa de su tumba y descubre que Collinsport, en 1972, es un lugar muy diferente. Su hacienda está en ruinas, y los restos disfuncionales de su familia han mejorado un poco.