En 1992, Bogotá, una niña pequeña ve al criminal Don Luis y a su ayudante, Marco, asesinar a sus padres. Quince años después, la joven Cataleya, nombrada así por la orquídea colombiana, trabaja como asesina profesional para su tío, quien vive en Chicago. Ella deja un dibujo con su lápiz labial en cada víctima y realiza sus tareas con sangre fría, eficiencia y sueña con vengar a su familia.